En el sector agropecuario argentino salieron al cruce de una norma aprobada el jueves por la Legislatura de Misiones que prohíbe el uso del herbicida glifosato, sus componentes y afines en toda la provincia. Según se establece en el artículo 7° de esa Ley de Bioinsumos, esta medida entrará en vigencia dos años después de su publicación oficial, para “facilitar una transición progresiva del cambio cultural de los sistemas productivos actuales”.

En este marco, dirigentes de entidades de productores agropecuarios manifestaron su rechazo a la norma. “Es una medida totalmente desacertada”, afirmó Sebastián Murga (foto), presidente de la Sociedad Rural de Tucumán. “Las aplicaciones de este producto se realizan bajo la supervisión de un profesional. Prohibir el glifosato sin conocimiento de su uso es un absurdo. Hacerlo es un sinsentido enorme”.

Luego agregó: “pareciera que decir glifosato fuera mala palabra. Claro que no. Es un producto que se aplica a partir del pedido escrito -sería como una receta del médico- del ingeniero agrónomo, quien se hace responsable de su aplicación. Él determina bajo qué condiciones aplicarlo para que no afecte a nadie. El profesional cumple todas las reglas”. “Nuestro empeño como entidad gremial empresaria -apuntó- es hacer conocer a la población y a quienes deben tomar este tipo de resoluciones, que el glifosato es necesario para la producción y se utiliza aplicando un protocolo de seguridad. Por eso reitero que es un absurdo que se prohíba este tipo de aplicación”, resaltó.

Consultado por LA GACETA sobre las consecuencias de una hipotética prohibición en Tucumán, Murga afirmó que se perderían de producir “muchísimas hectáreas” con la consecuente pérdida de mano de obra y de ingresos para la provincia, “por la irresponsabilidad de gente que no conoce sobre el tema”. “Sería algo muy grave” concluyó.

Por su lado, el ingenio Mario Devani, coordinador del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, aclaró que si bien sabía de un proyecto de prohibición en Misiones, sobre esta decisión no puede opinar porque no conoce los motivos. “Si lo hicieran en el NOA sería una tontería, por muchos motivos”, afirmó. “Principalmente porque es un buen complemento del resto de los agroquímicos que se utilizan para el control de las malezas en los cultivos de granos”. Devani explicó que es “un producto viejo” (en cuanto a su uso) y que “ya los productores le ‘encontraron la mano’ para usarlo y bajo las buenas prácticas de manejo no deberían tener ningún problema ni causar daño a nadie”, resaltó.

Por su lado, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), también se manifestó en contra. Señaló que ven con preocupación lo que está pasando en Misiones, “donde se sancionó una ley que prohíbe el uso de productos que se utilizan en otras provincias y también en otros países”. “Entendemos esto como un embate a la producción, que atenta contra lo que necesita nuestro país: más desarrollo económico para construir una nueva Argentina con mayores posibilidades”, remarcó.